El Fondo Socioambiental CASA fue creado como un fondo sudamericano que financia proyectos en los grandes biomas regionales de forma integrada, aún a pesar de las fronteras geopolíticas. Durante sus años de existencia, el Fondo desarrolló una exitosa estrategia de trabajo que resultó en más de 1.800 proyectos financiados en diez países de América del Sur. Esto solo fue posible gracias a un modelo de gestión inteligente y una red de alianzas y confianza que crece y se expande continuamente.
El Fondo CASA es el único en Sudamérica establecido por activistas ambientales locales con el objetivo de apoyar a los grupos más vulnerables de la región. Desde sus inicios, el Fondo consideró que la forma más efectiva para cumplir su objetivo era mediante la creación de fondos socioambientales locales establecidos por los socios en cada país, ya que los mismos, al estar más cerca de las necesidades y dinámicas de la realidad local, más eficaz serían en su respuesta. Atento a esto, el Fondo CASA decidió ofrecer su tecnología a los socios de los países vecinos con los que siempre había trabajado.La idea fue luego presentada a otros colaboradores financieros estratégicos, como la Fundación Interamericana (IAF, por sus siglas en inglés), quienes inmediatamente decidieron apoyar la replicación del modelo. Actualmente, fondos locales basados en la tecnología del Fondo CASA están iniciando su trabajo en Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Argentina.
Durante el proceso de consolidación de estos nuevos fondos, algunos momentos “planetarios” han contribuido a reforzar aún más el valor de esta iniciativa. Tres puntos específicos ayudan a entenderlo:
- En todos los países miembro del Fondo los espacios de la sociedad civil han sido abrupta y violentamente cerrados, principalmente a activistas ambientales y protectores de los territorios donde se encuentran los recursos naturales más codiciados. En estos casos, estructuras internas que pueden distribuir recursos han sido cruciales para apoyar soluciones ágiles y para proteger a los defensores locales.
- La nueva atención que se le está dando a los problemas relacionados con el cambio climático y la necesidad de brindar soluciones que sean implementadas por las personas que viven en los mismos biomas que regulan el clima global y que aún se encuentran, en su mayoría, intactos.
- El efecto de la pandemia del COVID-19, y la paralización del mundo que se dio como consecuencia, permitió a las comunidades locales generar e implementar sus propias respuestas. En este último año, y en mayor medida que en los anteriores, se volvió urgente estructurar formas para la distribución local de recursos a estas comunidades.
Otra razón que explica el éxito de este fondo socioambiental local es el hecho que el financiamiento se da en moneda local, lo que es mucho más efectivo que una donación internacional en moneda extranjera. Esto se debe a que, en muchas ocasiones, estos grupos y comunidades no poseen cuentas bancarias, y la llegada de fondos en moneda extranjera se torna inviable. Asimismo, muchas de estas comunidades no pueden acceder al financiamiento internacional ya que no cuentan con la capacidad fiscal para hacerlo. Ayudar a estos grupos no solo fortalece el tejido democrático sino que también empodera su voz y brinda un espacio en la sociedad. Una vez que el financiamiento se hace visible por primera vez, aumentan sus redes de relaciones, y pueden luego acceder a otras fuentes de financiamiento. Con redes locales activas, el alcance de estas organizaciones se expande significativamente.
Asimismo, este tipo de colaboración que lleva adelante el Fondo CASA no es exclusivo para los países sudamericanos. Hace un tiempo que el Fondo trabaja junto con el Fondo local Tindzila de Mozambique para intercambiar experiencias e inspirarse en conocimientos de tecnología social.
Como conclusión, los fondos locales no solo son la forma más eficiente y accesible de apoyar a la sociedad civil organizada en el Sur Global, sino que también son los que tienen el mejor costo-beneficio. Incluso, en el contexto actual, pueden ser la única opción real. Si la filantropía global está replanteándose sus opciones de financiamiento debido a la crisis económica que se está haciendo evidente, quizás valga la pena prestar más atención a los fondos socioambientales locales, establecidos por personas que conocen profundamente sus territorios, y por lo tanto pueden proponer las soluciones más adecuadas para sus países; y que también poseen los medios más eficientes y efectivos para llegar a quienes, en este momento, necesitan más apoyo.
Para leer la nota completa, visitar el siguiente link: https://philanthropyinfocus.org/2020/05/14/local-socio-environmental-funds-exporting-social-technology-to-preserve-life/. También se puede acceder al sitio web del Fondo socioambiental CASA aquí.