Perspectiva Cívica es un proyecto iniciado por RACI, en 2018, junto con Innovación para el cambio de América Latina y el Caribe (I4C). Este busca conocer cómo se encuentran las organizaciones en términos de espacio habilitante. En este relevamiento periódico se busca tomar el pulso de las organizaciones sociales, es decir, identificar cuáles son las condiciones en que trabaja y se desarrolla la sociedad civil.
Para llevar adelante este proyecto se realizó una metodología cuali-cuantitativa, que tiene como base la realización de una encuesta a líderes y equipos de trabajo de organizaciones sociales, quienes dan cuenta de las principales fortalezas, debilidades y necesidades.
En palabras de la Dirección Ejecutiva, “Perspectiva Cívica Latinoamérica y el Caribe busca justamente explorar cuáles son las diferencias principales y relaciones existentes entre Organizaciones sin Fines de Lucro -de distinto tamaño y formato- con un fuerte centro en la visibilización del enorme trabajo que estas realizan a lo largo y ancho de América Latina y el Caribe. Esperamos que este proyecto regional sirva como puntapié para futuras articulaciones, reforzando nuestro compromiso de crear un espacio habilitante más propicio para toda la sociedad civil. Confiamos en que a través de estas acciones estamos haciendo un gran aporte al estado del arte, tratando de remediar la gran falta de información que hay sobre -y para- el sector” (Correa, 2022).
Durante la etapa de producción de este estudio se señalaron varios aspectos, entre los cuales se destacó una fuerte inequidad en toda la región. En relación con esto último, América Latina y el Caribe se destaca como una de las regiones más desiguales e inequitativas. Además, se dieron cuenta de otros aspectos como la marginalidad, la exclusión, la informalidad de las prácticas y la inestabilidad de las formas de vida.
En cuanto al personal rentado y voluntario, uno de los resultados que arroja esta investigación es que tan solo 1 persona -que trabaja en el sector social- de cada 8 recibe alguna remuneración por el trabajo que realiza; el 36% de las personas que participaron en la encuesta, trabajan de manera voluntaria. En cuanto a la formación del personal, el 88% de las personas que trabajan en organizaciones sociales no cuenta con estudios terciarios ni universitarios. Es decir que las personas menos privilegiadas sostienen y motorizan el sector social en la región.
Este estudio destaca el rol fundamental que deben cumplir las organizaciones y, en este sentido, la invitación es a repensar las relaciones sistémicas al interior de la sociedad civil con todas las partes involucradas (el Estado, el sector privado, la cooperación internacional y las organizaciones). Asimismo, este proceso de transformación debe ser guiado y llevado adelante por las organizaciones, de manera colaborativa y de abajo hacia arriba.
Finalmente, solo nos queda decir que esto no hubiera sido posible sin el apoyo de los voluntarios y el enorme equipo de trabajo que hay detrás de esta investigación, lo cual nos enorgullece y llena de gratitud.
Haciendo click en el enlace van a poder acceder a nuestro estudio; alentamos su difusión, discusión y posterior análisis.