Mes: diciembre 2025
SNAPP 2025 Request for Proposals
El martes 19 de noviembre realizamos, en la Fundación Heinrich Böll Argentina, la presentación del informe “¿Quién sostiene a quienes sostienen? Una radiografía de la Sociedad Civil Argentina 2025”, un estudio elaborado por RACI para comprender cómo están atravesando este momento las organizaciones de la sociedad civil: sus estructuras, sus fuentes de financiamiento y los nuevos desafíos que enfrentan en un contexto de alta complejidad social, política y económica.
El encuentro contó con la participación de Pilar Arcidiácono (Investigadora Independiente del CONICET), Evangelina Petrizza (Head of Corporate Sustainability en Beccar Varela) y Estefanía Willis (Directora General de Responsabilidad Social del GCBA), quienes dialogaron sobre los cambios estructurales que atraviesa la sociedad civil y los caminos posibles para fortalecer su rol en el país.
Una relación Estado–sociedad civil marcada por tensiones
Pilar Arcidiácono destacó que la relación histórica entre el Estado nacional y las organizaciones se encuentra profundamente transformada. Señaló que hoy existe un discurso estatal que desconfía de lo colectivo y que ya no convoca ni necesita a los actores de la sociedad civil en la toma de decisiones. Sin embargo, recordó que fueron las organizaciones las que sostuvieron la vida cotidiana durante la pandemia y que siguen siendo “el último dique de protección de la democracia”.
Un contexto económico que impacta en todos los sectores
Evangelina Petrizza subrayó que la crisis que atraviesan las OSC es compartida por las empresas: caída de productividad, salarios estancados y destrucción de empleo. “Lo que está viviendo la sociedad civil también lo está viviendo el sector privado”, señaló. Por eso, invitó a ampliar la mirada, apostar a nuevas alianzas y dejar atrás la endogamia sectorial. También resaltó la necesidad de construir nuevas narrativas, fortalecer la legitimidad del sector y dialogar directamente con quienes toman decisiones.
El rol de los gobiernos locales y la importancia de la articulación
Desde el GCBA, Estefanía Willis remarcó que el gobierno de la Ciudad tiene la responsabilidad de generar espacios de diálogo, formación y articulación. “Ustedes son quienes tienen el conocimiento del territorio; apóyense en nosotros para avanzar en agendas comunes”, expresó.
El panel coincidió en que la transformación social exige que las organizaciones se fortalezcan, repiensen sus agendas y se animen a cooperar incluso entre competidores. En un momento donde buena parte del conflicto social se procesa judicialmente, se resaltó la necesidad de que la sociedad civil siga ocupando un rol activo y visible.
La presentación del informe se convirtió en un espacio de reflexión colectiva sobre el presente y el futuro de las OSC en Argentina. Desde RACI, seguimos produciendo evidencia, fortaleciendo el ecosistema y generando espacios de encuentro que permitan enfrentar los desafíos del momento con más articulación, más cooperación y más presencia.
RACI en Partos Innovation Impulse 2025
El 6 de noviembre participamos de Partos Innovation Impulse, un espacio que reúne a organizaciones, activistas, donantes y redes internacionales para explorar ideas innovadoras, compartir aprendizajes y reimaginar nuevas formas de solidaridad global.
En esta edición, RACI coorganizó una sesión junto a n’ninkie, Peace Direct y Partos, centrada en la construcción de nuevas narrativas de solidaridad y el rol que la sociedad civil puede desempeñar en un contexto global atravesado por crisis múltiples —políticas, económicas, ambientales y democráticas—.
La sesión invitó a reflexionar sobre cómo imaginamos el futuro de la acción colectiva:
- ¿Qué tipo de relaciones queremos construir entre organizaciones del Sur y del Norte Global?
- ¿Cómo replantear la solidaridad para que sea más horizontal, equitativa y basada en la confianza?
- ¿Qué modelos de cooperación necesitamos para sostener respuestas locales, creativas y transformadoras?
Desde RACI creemos que este es un momento clave para volver a preguntarnos cómo nos vinculamos, colaboramos y construimos futuro. Las transformaciones actuales del sistema internacional exigen que la sociedad civil impulse nuevas lógicas de trabajo que reconozcan: la diversidad de voces y experiencias de los territorios, la centralidad de la equidad en las relaciones de cooperación y la importancia de la confianza como punto de partida para cualquier alianza sostenible.
Entre octubre y noviembre impulsamos el ciclo “Transformemos el Relato”, tres conversaciones que nacieron de una inquietud compartida: ¿cómo se construyen hoy las narrativas sobre la sociedad civil y qué necesitamos transformar para que representen mejor la realidad, la diversidad y la potencia de nuestras organizaciones?
A lo largo de estos encuentros —local, global y regional— reunimos periodistas, activistas, líderes comunitarios, referentes en innovación y especialistas en cooperación internacional. Cada conversación abrió una capa distinta del mismo desafío: cómo narramos lo que hacemos, cómo nos perciben y qué lugar ocupa la sociedad civil en un mundo atravesado por la polarización, la desinformación y la desigualdad.
1. Narrarse hacia adentro: percepciones y legitimidad en Argentina
El primer encuentro nos invitó a detenernos en el plano local. ¿Cómo se percibe a la sociedad civil en Argentina? ¿Qué imaginarios circulan? ¿Qué prejuicios se repiten? ¿Qué silencios persisten?
Paula Celestino Ayala (Directora Adjunta de Desarrollo Institucional en Hábitat para la Humanidad Argentina), Paula Moreno Román (Presidenta del Foro de Periodismo Argentino – FOPEA) y Laura Durán (Directora de Comunicación y Prensa en Amnistía Internacional Argentina) coincidieron en que gran parte de la discusión pública sobre las OSC se da desde una mirada fragmentada, muchas veces reducida a la idea de asistencia o “buena voluntad”. Pero la sociedad civil, como quedó claro, no es un actor secundario, sino un entramado que produce datos, conocimiento, legitimidad social y soluciones que el Estado y el sector privado no alcanzan a ofrecer.
El resultado fue una mirada más honesta y más profunda: no podemos transformar la percepción pública si no revisamos primero cómo nos narramos a nosotros mismos.
2. Narrativas globales: desarmar el centro, redistribuir la voz
El segundo webinario llevó la conversación a escala internacional. Aquí el foco estuvo en cómo las narrativas globales moldean quién tiene —o no— voz dentro del sistema de cooperación.
Durante mucho tiempo, la narrativa dominante sobre el desarrollo se sostuvo desde el Norte Global: relatos centrados en el rescate, la caridad y la idea de que ciertos grupos “necesitan ser salvados”. Ese modelo, como recordó Charles VanDyck, sigue condicionando qué decisiones se toman, qué voces son escuchadas y qué conocimientos se consideran válidos.
Este encuentro dejó un mensaje claro: modificar la narrativa no es cambiar palabras, sino redistribuir poder. Significa dejar de hablar de “beneficiarios” y comenzar a reconocer a las comunidades como co-productoras de bien público, autoras de soluciones y creadoras de saberes. Significa que la cooperación internacional debe escucharse a sí misma y revisar estructuras, no solo discursos.
Ruby Quantson Davis lo sintetizó con una visión de futuro: una narrativa más equitativa es aquella en la que las decisiones se toman colectivamente y donde las voces locales no se consultan al final, sino que marcan el rumbo desde el principio.
3. Una mirada latinoamericana: cultura, territorio y tecnología para reconstruir confianza
El tercer encuentro nos devolvió al territorio, pero desde un territorio amplio: América Latina. Allí, las discusiones adquirieron un tono distinto, profundamente vinculado a la memoria colectiva, a las luchas históricas y al papel central de la sociedad civil en la conquista de derechos.
Rodrigo Savazoni recordó que la sociedad civil latinoamericana fue durante décadas un pilar para conquistar justicia y reducir desigualdades. Sin embargo, en los últimos tiempos, ese campo aparece debilitado por la fragmentación política, la desinformación y el avance de narrativas simplificadas. Pero también existe una reserva inmensa de creatividad, comunidad y colaboración que sigue latiendo. Como dijo Savazoni, “la generosidad y el compromiso son palabras clave —y deben ser recíprocas— para construir una narrativa conjunta que atraviese luchas y nos permita actuar de manera coherente en el mundo”.
Esa reflexión encontró eco en la intervención de Citlali Camacho, quien puso el foco en la importancia de escuchar a las comunidades desde sus propios marcos. “No se trata de ‘dar voz’ —la voz ya está—; se trata de dar un paso atrás para escuchar lo que las comunidades vienen diciendo hace tanto tiempo.” Las narrativas regionales deben nacer allí, en el territorio, no en los informes ni en los centros de diseño de políticas.
Y desde Chile, Eugenio Vergara completó el triángulo recordando que la tecnología, bien usada, puede ser una fuerza democratizadora que permite que más personas produzcan contenido y visiones propias: “la tecnología bien usada nos permite ser generadores de contenido, y ese es un elemento que nos empodera”.
En ese cruce entre cultura, territorio y tecnología encontramos una clave profundamente latinoamericana: la imaginación también es política. Y es desde esa imaginación que pueden surgir narrativas de esperanza, cooperación y futuro compartido.
El ciclo “Transformemos el Relato” dejó aprendizajes, pero sobre todo dejó dirección.
— No hay transformación posible sin revisar las historias que sostenemos.
— No hay legitimidad sin presencia y sin vínculos reales.
— No hay narrativa justa si las voces centrales siguen quedando en los márgenes.
— No hay futuro plural si seguimos narrándonos desde paradigmas heredados.
— No hay cooperación equitativa si las comunidades no son autoras de su propio relato.
Hoy, más que cerrar un ciclo, abrimos un camino: el de seguir construyendo narrativas más honestas, más colectivas y más nuestras, que reconozcan todo lo que la sociedad civil ya es —y todo lo que aún puede llegar a ser.
El 26 de noviembre realizamos el webinario Horizontes Compartidos, un encuentro que reunió a liderazgos internacionales que están impulsando transformaciones en el ecosistema social. A través de voces provenientes de NEAR Network, ACÁPACÁ, Global Fund for Community Foundations, Humentum y RACI, dialogamos sobre los desafíos actuales de la financiación, la crisis de legitimidad del sector, la necesidad de redistribuir poder y el rol de la sociedad civil en un contexto global de incertidumbre.
1. Un sistema en crisis: financiamiento, legitimidad y concentración de poder
El primer eje de conversación abordó la crisis de financiamiento que atraviesa el sector. Las y los panelistas coincidieron en que la situación actual no puede entenderse únicamente como una reducción de recursos: se trata de una crisis sistémica, marcada por la pérdida de legitimidad, la desconfianza pública y una arquitectura de cooperación que continúa diseñada por y para los donantes internacionales.
Hubo un punto en común: la estructura actual sigue concentrando la definición de agendas, prioridades y decisiones financieras en actores intermediarios, dejando a las organizaciones locales fuera de los procesos estratégicos. Esta desconexión no solo profundiza desigualdades, sino que debilita la capacidad del sistema para responder a contextos complejos y realidades territoriales diversas.
También se destacó el impacto concreto de los recortes en la vida de las organizaciones y comunidades, evidenciando la fragilidad de un modelo que depende de flujos globales inestables y de lógicas de financiamiento cortoplacistas.
2. Qué debe cambiar: nuevos paradigmas, nuevas infraestructuras y nuevas relaciones
En el segundo bloque, el panel analizó qué transformaciones prácticas son necesarias para avanzar hacia un sistema más equitativo. Surgieron tres grandes líneas de cambio:
a. Romper los modelos tradicionales de ayuda
Se reflexionó sobre la necesidad de abandonar el esquema rígido que divide el mundo entre financiadores y beneficiarios, y avanzar hacia relaciones más horizontales basadas en la cocreación, la corresponsabilidad y la confianza.
b. Construir ecosistemas más diversos
Los panelistas remarcaron que no se trata de reemplazar un modelo por otro, sino de fomentar ecosistemas múltiples, donde convivan distintas formas de financiamiento, liderazgos, tipos de organización y prácticas de cooperación. Esto implica fortalecer iniciativas que ya existen en los territorios, aunque muchas veces carecen de recursos o reconocimiento.
c. Redefinir el rol de los intermediarios y de las organizaciones del Norte
Se discutió la necesidad de que los intermediarios transformen sus estructuras y se replanteen su papel en un sistema donde el liderazgo debería desplazarse hacia los actores locales. Esto requiere nuevas lógicas de financiamiento que permitan transiciones ordenadas y sostenibles.
Durante este segmento también se enfatizó la importancia de que el Sur Global desarrolle estándares, marcos de gobernanza y prácticas de financiamiento propias, reflejo de sus realidades y prioridades.
3. El papel de la sociedad civil: capacidades, alianzas y narrativa
El último bloque se centró en la sociedad civil como actor político y estratégico en los procesos de cambio. Hubo acuerdo en que el sector necesita fortalecer sus capacidades internas, actualizar su narrativa pública y construir alianzas amplias con la academia y sectores locales.
Se remarcó que en el Sur Global no faltan conocimientos ni capacidad para definir agendas, lo que falta son espacios estables, seguros y sostenibles donde esas voces puedan expresarse. En muchos contextos, las restricciones y riesgos a la libertad de expresión limitan la participación de quienes más deberían estar liderando estos debates.
El modelo actual de financiamiento, basado en la competencia entre organizaciones, también fue identificado como un obstáculo para la construcción de una agenda colectiva. El desafío es generar plataformas que fomenten la colaboración y la solidaridad, no la fragmentación.
Finalmente, se discutió la necesidad de concebir a la sociedad civil como un bien público global, cuya sostenibilidad requiere nuevos modelos creativos de financiación y formas de articulación más robustas.
El encuentro cerró con una reflexión compartida: transformar el sistema de cooperación internacional no requiere un único modelo ni una nueva estructura centralizada, sino una reconstrucción colectiva, en red, que integre múltiples perspectivas y liderazgos.
La imagen final que quedó resonando fue la de un “ecosistema después de un terremoto”: el suelo está movido, pero la oportunidad es construir algo más diverso, más justo y más conectado con la vida en los territorios.
Entre el 1 y el 5 de noviembre, participamos de la Semana Internacional de la Sociedad Civil 2025 (ICSW), el encuentro global más importante dedicado a fortalecer, celebrar y repensar el rol de la sociedad civil en el mundo. Este año, el evento —coorganizado por CIVICUS y la Red Asiática para la Democracia— tuvo lugar en Bangkok y reunió a activistas, organizaciones, redes globales y líderes de múltiples sectores comprometidos con la defensa de la democracia y la acción ciudadana.
RACI formó parte del programa oficial con la sesión “Reclaiming Civic Imagination: Strategic Foresight & Visioning”, coorganizada junto a Cooperation Canada. En este espacio, Guillermo Correa, Director Ejecutivo de RACI, presentó la iniciativa que impulsamos para reimaginar el futuro de la sociedad civil desde el Sur Global, destacando la importancia de construir nuevas narrativas, abrir espacios transnacionales de diálogo y diseñar modelos más equitativos de cooperación.
Además, participamos activamente en espacios promovidos por AGNA, Innovation for Change y Charities Aid Foundation (CAF). Allí compartimos los aprendizajes y avances de nuestro programa “Reimagining the Future of Civil Society”, fortalecimos alianzas estratégicas y profundizamos el trabajo conjunto con actores de múltiples regiones.
La edición 2025 de ICSW se centró en el lema: “Celebrar la acción ciudadana: reimaginar la democracia, los derechos y la inclusión para el mundo actual”.
En un contexto mundial marcado por restricciones crecientes a las libertades cívicas —con ataques a la sociedad civil registrados en 116 de 198 países y territorios—, el evento buscó rendir homenaje a quienes, desde sus territorios y comunidades, defienden los derechos, sostienen los espacios cívicos y mantienen viva la participación ciudadana.
La conferencia invitó a reflexionar sobre cómo reimaginar la defensa de la democracia, los derechos humanos y la inclusión en un mundo atravesado por polarización, desigualdades persistentes y transformaciones profundas. Se enfatizó la necesidad de movilizar nuevas fronteras, incorporar a actores no tradicionales, fortalecer vínculos con comunidades de base, instituciones educativas y empresas, y construir redes más diversas y adaptables.
Para RACI, esta edición de ICSW fue un espacio clave para profundizar alianzas, conectar con organizaciones de todas las regiones y sumar voces al proceso global que estamos impulsando para pensar cómo será y cómo debe ser la sociedad civil del futuro.
Diálogo con Canadá e Irlanda
En un momento decisivo para la sociedad civil argentina, desde RACI impulsamos una agenda activa de diálogo con representaciones diplomáticas para compartir diagnósticos, expresar preocupaciones y fortalecer alianzas que contribuyan a proteger el espacio cívico.
En las últimas semanas mantuvimos encuentros clave con representantes de Canadá e Irlanda, con quienes conversamos sobre los desafíos actuales y las posibilidades de construir una cooperación más estratégica, sensible al contexto y orientada a fortalecer a las organizaciones locales.
Recibimos en nuestra oficina a Steve Jaltema, Director de Global Affairs Canada para Brasil, Cono Sur y Venezuela, y a Jonathan Sauvé, Consejero Político de la Embajada de Canadá en Argentina. El encuentro fue una oportunidad para compartir un análisis detallado sobre la situación que atraviesa hoy la sociedad civil argentina, los retrocesos en materia de libertades cívicas y los desafíos que enfrentan las organizaciones para sostener su labor en un contexto económico y político complejo.
Conversamos también sobre las perspectivas de la cooperación internacional en la región y la importancia de seguir promoviendo apoyos flexibles, alianzas duraderas y mecanismos de financiamiento que respondan a las necesidades reales de las organizaciones.
Asimismo, nos reunimos con Niamh Edel Kavanagh, Primera Secretaria, y Mateo Garza, Oficial Político y Económico de la Embajada de Irlanda en Argentina. Durante la conversación abordamos la realidad que vive hoy la sociedad civil argentina, marcada por crecientes restricciones, precarización institucional y una demanda social que no deja de expandirse.
La Embajada compartió su experiencia en la primera edición del fondo de cooperación que lanzaron este año, orientado a fortalecer organizaciones locales. Intercambiamos aprendizajes sobre los proyectos seleccionados, los impactos que están generando y los desafíos más comunes que atraviesan las organizaciones que trabajan en el territorio.
Además, exploramos oportunidades de articulación futura, posibles sinergias y nuevas formas en las que la Embajada podría contribuir a ampliar capacidades, abrir espacios de visibilidad y acompañar el trabajo de cientos de organizaciones en el país. Valoramos especialmente la disposición del equipo irlandés para seguir fortaleciendo este vínculo.
Estas reuniones reafirmaron una convicción central: la defensa del espacio cívico es una tarea colectiva, que requiere cooperación internacional sensible, información confiable, articulación entre actores y un compromiso sostenido con los valores democráticos.
El jueves 27 de noviembre, realizamos nuestro encuentro de fin de año en la Residencia de la Embajada Británica en Argentina. En un 2025 especialmente desafiante para la sociedad civil, volver a reunirnos después de meses de trabajo, incertidumbres y mucho esfuerzo colectivo fue un gesto profundamente significativo.
El evento fue recibido por el Embajador del Reino Unido, David Cairns, y contó con la participación de organizaciones miembro, aliados institucionales, voluntariado, equipos de cooperación internacional y representantes del sector social. Un espacio para detenernos, mirar el recorrido compartido y renovar energías para lo que viene.
En sus palabras de apertura, nuestro Director Ejecutivo, Guillermo Correa, destacó la importancia de encontrarnos en un año complejo:
“Nos reunimos aquí no para celebrar triunfos, sino para reconocer que, a pesar del contexto, seguimos de pie. Seguir acá, sosteniendo nuestro trabajo, ya es en sí mismo un logro colectivo.”
El discurso resaltó la resiliencia del sector, la necesidad de un marco legal y fiscal que reconozca la especificidad del trabajo de las organizaciones, y la urgencia de fortalecer redes de apoyo y colaboración en un contexto político y económico que sigue poniendo a prueba la sostenibilidad del sector social.
Más allá de los desafíos, el mensaje fue claro: trabajar en red no es solo una forma de organización, sino un valor profundo que nos sostiene cuando los recursos se retraen y cuando las crisis se agudizan.
El evento fue también una oportunidad para agradecer a todas las organizaciones, instituciones y equipos que acompañaron el trabajo de RACI durante el año.
La invitación final fue a seguir construyendo esta comunidad de manera colectiva, con más participación, más presencia y más colaboración entre quienes formamos parte de este ecosistema.
Gracias a quienes nos acompañaron y a quienes siguen apostando por una sociedad civil más fuerte, más conectada y más protagonista del futuro que queremos construir.