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Nuevo informe del Civicus Monitor 2025: El espacio cívico en Argentina baja de categoría de “estrecho” a “obstruido”

El CIVICUS Monitor es una de las principales plataformas globales de seguimiento del estado del espacio cívico en el mundo. A través de un sistema de monitoreo permanente, evalúa en qué medida los Estados respetan y protegen tres libertades fundamentales para la vida democrática: la libertad de expresión, la libertad de asociación y la libertad de reunión pacífica.

Cada año, CIVICUS Monitor analiza cientos de casos documentados por organizaciones de la sociedad civil, periodistas y defensoras y defensores de derechos humanos, que luego son verificados, triangulados y clasificados por su equipo de investigación. En el período analizado por el informe 2025 (noviembre de 2024 a octubre de 2025), se documentaron más de 3.120 violaciones a las libertades cívicas en todo el mundo

A partir de este análisis, los países son ubicados en una de cinco categorías que reflejan la situación de su espacio cívico:

  • Abierto: las libertades cívicas están ampliamente garantizadas. 
  • Estrecho: existen libertades, pero con restricciones ocasionales. 
  • Obstruido: el Estado impone obstáculos significativos al ejercicio de derechos. 
  • Represivo: las libertades cívicas son sistemáticamente vulneradas. 
  • Cerrado: no existe espacio para la acción cívica independiente.

El cambio de categoría de Argentina: En la edición 2025 del informe  People Power Under Attack 2025 , Argentina descendió de la categoría “estrecho” a “obstruido”, sumándose a una tendencia global de deterioro del espacio cívico

Este cambio indica que, si bien las libertades cívicas no han desaparecido, su ejercicio enfrenta cada vez más obstáculos, entre ellos:

  • Detenciones arbitrarias en contextos de protesta social. 
  • Criminalización de personas defensoras de derechos humanos. 
  • Restricciones al derecho a manifestarse pacíficamente. 
  • Uso del sistema penal para desalentar la participación ciudadana.

El informe menciona, por ejemplo, detenciones masivas durante protestas vinculadas a reformas estructurales, que incluyeron a estudiantes, personas trabajadoras, periodistas y personas que no participaban activamente de las manifestaciones. También se documentaron procesos judiciales contra activistas, lo que refleja una tendencia a judicializar la protesta y la defensa de derechos colectivos.

El retroceso de Argentina no es un caso aislado. Según el informe, 18 países cambiaron de categoría en el último año, pero solo tres mostraron mejoras, mientras que 15 países empeoraron su situación.

Entre los descensos más significativos se encuentran:

  • Estados Unidos, Francia, Alemania e Italia, que también pasaron a “obstruido”. 
  • El Salvador, que descendió a “represivo”. 
  • Burundi y Sudán, que pasaron directamente a la categoría “cerrado”.

A nivel global, el panorama es preocupante: solo 39 de los 198 países y territorios analizados cuentan hoy con un espacio cívico “abierto” y actualmente, el 73 % de la población mundial vive en países con espacios cívicos restringidos, y casi un tercio en contextos donde el espacio está directamente cerrado.

En América Latina, el informe confirma una tendencia sostenida de endurecimiento de las respuestas estatales frente a la protesta social y la organización colectiva. Además del caso argentino, se registran retrocesos importantes en países como El Salvador, mientras que en otros contextos persisten prácticas de criminalización del activismo, uso excesivo de la fuerza y marcos legales restrictivos.

¿Qué implica para Argentina estar en “obstruido”? Que Argentina haya pasado a la categoría “obstruido” no es solo un dato técnico. Implica que:

  • La participación ciudadana se vuelve más costosa y riesgosa. 
  • Las organizaciones sociales enfrentan mayores dificultades para actuar, financiarse y expresarse. 
  • El derecho a la protesta deja de ser plenamente garantizado. 
  • Se debilitan los mecanismos de control social, diálogo y rendición de cuentas.

En términos democráticos, un espacio cívico obstruido reduce la calidad de la democracia, limita el pluralismo y debilita la capacidad de la sociedad para incidir en las decisiones públicas.

El cambio de categoría de Argentina en el CIVICUS Monitor funciona como una alerta temprana. No señala un punto de llegada, sino un proceso en curso. El informe muestra que, allí donde las restricciones no se discuten ni se revierten, el deterioro tiende a profundizarse.

Proteger el espacio cívico no es solo una demanda del sector social: es una condición básica para sostener sociedades democráticas, inclusivas y con capacidad de diálogo.