Este año, América Latina y el Caribe tendrán una amplia participación en el Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible, que organiza Naciones Unidas con el objetivo de revisar el progreso de la Agenda 2030. De los 50 Informes Nacionales Voluntarios (VNRs) que serán presentados, 11 pertenecen a países de la región y 7 de estos informes son considerados de “segunda generación”.
Una mirada holística del sistema de reporte de la Agenda 2030 muestra que los VNRs no son únicamente “informes de progreso”, sino una herramienta para plantear desafíos nacionales en el camino hacia la implementación de la Agenda. La Década de Acción y logro de resultados que impulsa las Naciones Unidas requiere que los segundos VNRs elaborados por los países informantes puedan considerarse de “segunda generación”, es decir, que trabajen desde una perspectiva dinámica y reporten ciclos y procesos, presentando la continuidad y evolución de los progresos en la implementación de la Agenda 2030 a nivel nacional, tomando el primer Informe como referencia.
Recuperar los compromisos y desafíos del primer VNR e integrarlos dentro de una presentación de procesos orientada al logro de los ODS, dará a los países informantes la posibilidad de realizar un ejercicio consolidado de rendición de cuentas ante la sociedad internacional y sus propios ciudadanos.
En vistas del cumplimiento del primer tercio de la Agenda 2030 y de analizar, cuando se presente el segundo VNR, el seguimiento de los compromisos asumidos por Argentina en el Informe Nacional Voluntario de 2017, creemos necesario recordarlos. En primera instancia, se encuentran los pasos en la adaptación de la Agenda 2030 en las provincias: priorizar los ODS de acuerdo a las líneas de Gobierno y la propuesta nacional, seleccionar las metas más adecuadas a ellas y los indicadores pertinentes y factibles para su seguimiento; realizar un diagnóstico de los indicadores seleccionados; realizar un relevamiento de las Organizaciones No Gubernamentales que actúan localmente en relación con los ODS y las acciones que realizan, entre otros. Este último, evidencia y refuerza que los ODS no son únicamente un compromiso Estatal, sino que atraviesan a distintos sectores como, por ejemplo, el sector social, que no solo contribuye con su accionar al cumplimiento de los ODS, sino también con el monitoreo. RACI, para facilitar el relevamiento de datos y brindar una fuente de información fidedigna desde la Sociedad Civil, creó el espacio de Plataforma ODS. Esta herramienta permite que cualquier Organización de la Sociedad Civil del país pueda cargar- y de esta forma visibilizar- los proyectos en los que se encuentra trabajando y clasificarlos según el ODS al que contribuyen, su ubicación geográfica, tipo de organización que los está ejecutando, y la población a la que están dirigidos.
En segunda instancia, las etapas de municipalización de la Agenda 2030 eran: la difusión de la Agenda 2030 y los ODS a nivel local; designación de responsables políticos por el proceso de localización de los ODS; elaboración de un informe que describe la situación actual del municipio, determinando los principales problemas y priorizando los ODS a abordar en ese territorio; incorporación en el análisis de cuestiones transversales y apertura a la participación de la sociedad civil; determinación del área responsable del proceso de monitoreo. Y los principales desafíos: consolidación del monitoreo y un seguimiento efectivo y transparente; reducción de inequidades y brechas no deseables; movilización de los medios de implementación; articulación del trabajo con otros poderes, con los Gobiernos provinciales y municipales, con el Sector empresarial, la sociedad civil y el sector académico. Desde el Poder Ejecutivo se generaron espacios y mecanismos de participación para fomentar y facilitar alianzas y promover mejores políticas en pos de generar mayores resultados para el desarrollo, pero persiste el desafío de generar más ámbitos de participación.
Esperamos que este año, cumplido el primer tercio de la Agenda 2030, Argentina pueda presentar su segundo VNR, plasmando la continuidad y evolución de los progresos en la implementación de la Agenda.