Ante la crisis actual por la pandemia del COVID-19, los países en vías de desarrollo se encuentran vulnerables, necesitando ayuda para poder priorizar la salud de las personas y afrontar la crisis económica esperada como producto de las medidas por confinamiento para contener los contagios.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y los países donantes se encuentran trabajando en conjunto para que las donaciones de este año sean favorables, ya que, según datos oficiales, recopilados de las agencias oficiales de desarrollo, se totalizó en 152.8 mil millones de dólares estadounidenses en 2019, un aumento del 1.4% en términos reales desde 2018.
En palabras del Secretario General de la OCDE, Angel Gurría: “Este aumento en el esfuerzo de desarrollo global es un primer paso importante, particularmente porque ahora tenemos el deber adicional de aumentar el apoyo a los países que enfrentan los impactos más severos de la crisis del coronavirus”.
El Comité de Asistencia al Desarrollo (CAD) de la OCDE, el día 9 de abril pasado, emitió una declaración conjunta haciendo un reconocimiento importante a la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) siendo ésta de gran ayuda para los países en desarrollo impactados por la crisis del COVD-19, estableciendo así un compromiso de parte de los miembros por proteger los presupuestos de AOD.
El Secretario General de la OCDE junto al Administrador del Programa de Desarrollo de la ONU, pidieron, en una declaración conjunta, tanto a la Comunidad Internacional como a los miembros del CAD, actuar de manera urgente para ayudar rápidamente a los más vulnerables. De esta manera, poder enfocarse en los sistemas de salud, en las personas vulnerables y en garantizar una coordinación eficiente apara realizar la ayuda humanitaria necesaria.
El 15 de abril pasado, se realizó una reunión virtual del G20 y los bancos centrales, en donde el secretario Gurría instó a los líderes mundiales a actuar inmediatamente, formulando el llamado “Plan Marshall mundial” para contrarrestar los efectos de la pandemia y remarcando los efectos del confinamiento sobre el PBI en las economías.
La OCDE trabaja en el desarrollo de una plataforma de estados de fragilidad, en la cual se rastrea la propagación del COVID-19 en lugares específicos que requieren de ayuda humanitaria. Además, está analizando cómo aliviar la deuda y otros mecanismos financieros para los países en desarrollo, así como también colaborando para la investigación de nuevos medicamentos o vacunas, entre otros.
La OCDE ha tomado medidas para la recopilación de datos que permitirán abordar la crisis sanitaria, económica y social emergente, abarcando temas prioritarios como lo son la salud, la educación y los impuestos, proporcionando orientación y centrándose concretamente en los sectores vulnerables de la sociedad y la economía. El objetivo de dichas medidas de análisis es proporcionar datos a largo plazo, para dar respuestas y que los países puedan coordinarlas.
Para más información sobre el trabajo que realiza la OCDE, visite su nuevo centro de políticas: http://www.oecd.org/coronavirus/es/.
Para más información, visitar el siguiente sitio web: http://www.oecd.org/development/oecd-and-donor-countries-working-to-focus-development-efforts-on-covid-19-crisis-building-on-a-rise-in-official-aid-in-2019.htm?utm_source=Adestra&utm_medium=email&utm_content=Read%20more&utm_campaign=OECD%20Development%20News%20%20-%20April%202020&utm_term=demo.