El año 2023 tuvo grandes desafíos en materia de derechos humanos, especialmente por la represión y atrocidades en lugares con conflictos armados. La selectiva indignación de los gobiernos y la diplomacia transaccional tuvieron un costo para aquellos que no estaban incluidos en los acuerdos internacionales.
Para pensar en los retos del 2024, es importante mirar al presente y el pasado reciente, encontrar los indicios y las tendencias que nos pueden guiar a construir un mundo más justo, pacífico y democrático. En esta búsqueda, Human Rights Watch nos invita a reconocer los retos y las deudas que nos quedaron pendientes del año.
Los temas principales: Pérdida de derechos, violencia armada y crisis climática.
Los enfrentamientos renovados entre Israel y Hamás, así como en Sudán, causaron mucho sufrimiento a sus poblaciones, al igual que los conflictos continuos en Ucrania, Myanmar, Etiopía y el Sahel. Los gobiernos enfrentaron el desafío de la crisis climática, lidiando con el año más cálido registrado en la historia y una serie de desastres naturales en Bangladesh, Libia y Canadá, con consecuencias catastróficas.
La desigualdad económica se incrementó globalmente, generando indignación por las decisiones políticas que dejaron a muchas personas en una lucha por sobrevivir. En este contexto, los derechos de las mujeres, las niñas y las personas LGBT sufrieron duras represalias en diversas partes del mundo. Un ejemplo destacado fue la violencia de género desmedida impulsada por los talibanes en Afganistán. Ante estos desafíos, el panorama ofrece la posibilidad de explorar caminos alternativos y trabajar hacia un futuro más justo.
Las consecuencias de la diplomacia transaccional
Las causas de estas crisis de derechos humanos y sus consecuencias a menudo trascienden las fronteras y no pueden ser resueltas por los gobiernos actuando en solitario. Existe una interconexión entre estas crisis, que trascienden fronteras y requieren una respuesta basada en los principios universales de los derechos humanos y el Estado de derecho.
Algunos gobiernos deciden ignorar los principios que cementan los acuerdos universales sobre el respeto a los derechos humanos, lo cual socava la confianza en las instituciones responsables de hacer cumplir y proteger estos derechos. En este contexto, la diplomacia transaccional ha cumplido un rol fundamental en la violación de derechos, ya que los gobiernos de países con mayor poder de incidencia han sacrificado principios a cambio de beneficios a corto plazo en comercio o seguridad.
Leé el informe completo acá.