Acceso a recursos de la sociedad civil en América Latina: Barreras y costos; inequidades e ineficiencias es un análisis, realizado por CIVICUS, que evidencia las barreras experimentadas por las organizaciones de la sociedad civil en América Latina al momento de buscar financiamiento a través de convocatorias y los considerables costos de transacción en que incurren estas organizaciones y los donantes durante los procesos de asignación de recursos. Además, el informe evidencia el impacto que esto tiene en el ecosistema y destaca algunas ineficiencias e inequidades que se manifiestan con frecuencia.
Uno de los principales compromisos de CIVICUS es ampliar la comprensión sobre los desafíos y oportunidades de recursos que enfrenta la sociedad civil en todo el mundo y abogar por cambios en el sistema internacional de financiación y apoyo, el cual sostiene en sus proyectos e investigaciones. El objetivo es ayudar a promover las condiciones que permitan y promuevan el trabajo de activistas, grupos y comunidades, particularmente aquellos a nivel de base.
El fondo de solidaridad de CIVICUS (CSF) es un fondo dirigido y financiado por la membresía, creado en 2019 para proporcionar fondos flexibles y apoyo a miembros de CIVICUS en función de sus necesidades. Su compromiso se relaciona con mejorar constantemente y servir mejor a la comunidad de miembros de CIVICUS. Por eso, en 2021, el foco estuvo puesto en comprender los costes y las barreras a las que se enfrenta a la hora de solicitar nuestras subvenciones para intentar que el fondo sea más accesible.
Asimismo, en palabras de CIVICUS (2022), el mencionado fondo es un mecanismo para promover la diversidad y la resiliencia de la sociedad civil, que pone a disposición de miembros de CIVICUS de todo el mundo los recursos y el apoyo necesarios, mediante subvenciones flexibles. Está centrado en apoyar a los grupos pequeños e, incluso, informales de la sociedad civil, que se encuentran en primera línea del cambio, cuya misión es fundamental para sus comunidades. El fondo está dirigido y financiado por la membresía de CIVICUS y presta apoyo a unos 10 activistas, movimientos, organizaciones o grupos individuales al año.
Como mecanismo de solidaridad, que sigue un enfoque participativo de concesión de subvenciones, el CSF cuenta con un grupo asesor de miembros (GAM), compuesto por 10 miembros de CIVICUS seleccionados mediante un proceso de convocatoria abierta. Estos se encargan de seleccionar a los miembros beneficiarios del CSF y desempeña un papel clave en la consolidación del fondo, ya que proporciona asesoramiento y orientación estratégica sobre las prioridades y los próximos pasos a seguir para garantizar un proceso transparente, participativo e inclusivo.
“Trabajar en estrecha colaboración con estas organizaciones fue un viaje transformador. Construimos relaciones verdaderamente significativas entre todas las personas, lo que nos hizo redefinir el significado del éxito: las relaciones pueden suponer un éxito mayor que cualquier otro resultado de nuestro trabajo” (CIVICUS, 2022).
Además de lo mencionado, con el fondo también se busca inspirar a otros donantes y promotores de la sociedad civil que estén dispuestos a desafiar y cambiar la mentalidad y las dinámicas de financiación. De esta manera, la propuesta es que inventen formas más equitativas y descentralizadas, basadas en la confianza, responsables y creativas de solidarizarse con estos grupos y activistas.
Las tres principales conclusiones de la investigación son las que se presentan a continuación:
- Los activistas de base, las organizaciones, grupos y movimientos pequeños, y menos formales, necesitan una financiación flexible, básica y sostenida; de este modo, pueden centrar su trabajo en las comunidades a las que sirven.
- “Más allá de ofrecer una financiación flexible, los donantes deben cambiar su forma de pensar y su percepción del tiempo, la rendición de cuentas y la toma de decisiones. Este cambio debe reflejarse en los procesos de solicitud, selección, presentación de informes y monitoreo” (CIVICUS, 2022).
- Los donantes deben invertir en lo que no se puede fotografiar ni medir en informes escritos, ya que esto puede llevarlos a construir más confianza y relaciones significativas con los beneficiarios y entre ellos y sus pares y comunidades.